
Responsabilidad Afectiva: Asertividad y Amor en la Relación de pareja
Ps. Diego Soto
Ser responsable afectivamente es ser consciente de que mis actos influyen en el mundo interno de mi pareja, lo que implica que debo ser prudente a la hora de expresar lo que siento y pienso. En definitiva, se trata de ser asertivos.
¿Realmente puedo expresar lo que siento y pienso sobre mi relación de pareja?
La respuesta es un rotundo "SI", pero debo prestar atención a la forma en que lo comunico, asegurarme de que sea en el lugar adecuado, y hacerlo con la persona correcta, es decir, mi pareja.
Es de muy mal gusto y nada asertivo hablar de las cosas que me molestan de mi pareja con otras personas. En primer lugar, esto habla muy mal de uno mismo, y en segundo lugar, mi pareja merece saber primero que nadie aquello que me molesta, por una cuestión de dignidad y respeto, por el hecho de compartir la experiencia de formar pareja y sobre todo, porque la idea es alimentar y cuidar la relación, no dañarla.
En medio de la relación de pareja se intercambian afectos y vamos mostrándonos más vulnerables, es por esto que debemos comunicar cuáles son las expectativas que tenemos sobre la relación.
La comunicación cumple un rol preponderante. Somos seres dinámicos y las expectativas sobre la relación pueden cambiar, lo complicado sería que solo una de las partes lo esté comunicando o que ninguno lo esté haciendo.
Ser responsable afectivamente es hacer consciente que tengo una relación, es estar atento a las señales emocionales de mi pareja (cómo se siente). En este sentido, la clave es reconocer y validar la emoción del otro, para que ambos se sientan escuchados, queridos y comprendidos.
La responsabilidad afectiva debe estar presente cuando estamos bien y cuando estamos en conflicto. Es en medio del conflicto donde podemos ver de qué estamos hechos, porque ahí sale a la luz lo mejor y lo peor de cada uno.
Por último debemos ser responsables afectivamente desde el inicio hasta el eventual término de la relación. Esto lo menciono ya que hay casos donde las parejas terminaron su relación, pero sin la cuota de asertividad necesaria para comunicar las razones del término.