Sin tropezar de nuevo con la misma piedra
Ps. Mabel Guillén, Mg. en terapia familiar. Terapeuta sexual y de pareja

No siempre el tiempo borra totalmente los sentimientos. Con frecuencia, parejas separadas por meses o incluso años, desean reintentar reescribir una historia que comenzó tiempo atrás, y que por distintos motivos se detuvo. Muchos han construido nuevas vidas, han conocido otros amores, han formado familias... y, sin embargo, en un momento, se reviven recuerdos, surgen miradas y sonrisas, que de pronto, encienden nuevamente la chispa.
¿Qué impulsa a empezar de nuevo? Tal vez la nostalgia de lo vivido, el anhelo de sanar lo inconcluso, o la esperanza genuina de construir algo nuevo y distinto al mismo tiempo. Volver a empezar puede ser una hermosa oportunidad de reescribir la historia... Para ello es necesario realizar cambios. Comprender las emociones, ser honesto/a consigo mismo/a y atreverse a mirar con nuevos ojos, son pasos esenciales para no repetir los mismos errores. A continuación, están algunas sugerencias que pueden ayudar a reiniciar una relación luego de una ruptura son:

- Reconocer la causa de la ruptura anterior: Muchas veces un antiguo amor es idealizado. Solo se recuerdan los momentos felices, dejando de lado los conflictos. Para evitar esto es importante responder las siguientes preguntas (y varias otras): ¿Cuáles fueron los problemas o conflictos que nos llevaron a terminar la relación? ¿Es posible perdonar las heridas? ¿Es posible recordar sin dolor el pasado?
- Reconocer los estilos de cada uno para solucionar los conflictos: Algunos tienden a perseguir, quejarse, reclamar, pedir atención, desaprobar, etc. Mientras que otros, se aíslan, callan, se ponen a la defensiva, no escuchan, cambian de tema. Ambos pueden sentirse solos, temen ser abandonados, creen no ser suficientes o a se sienten rechazados. Al reconocer la forma en que reaccionan ante un problema en la relación, es posible mirar al cónyuge o pareja, con compasión y amor, llegando a la conclusión de que “mi amor está sufriendo, se está defendiendo, no me está atacando. El/ella no es mi enemigo/a, es mi amor”
- Definir porque quieren volver a estar juntos. Esto ayuda a determinar si el deseo de volver está relacionado con sentimientos de soledad o de idealización de la persona. También es importante saber si quieren estar juntos por los hijos, las amistades en común u otros lazos que no tienen que ver con el amor del uno hacia el otro. Dichas intenciones son muy nobles, pero no son suficientes para sostener una relación.
- Identificar los cambios que ambos tuvieron durante el tiempo de separación. Dichos cambios, influirán en las expectativas que tienen sobre el vínculo, la madurez emocional, la comunicación y la regulación de las emociones.
- Asumir la responsabilidad y admitir los errores por las acciones personales que dañaron la relación anterior, pidiendo y entregando perdón para avanzar afiatados. Se logra reconociendo que, en una relación de pareja sana, no hay víctimas ni victimarios, sino que ambos son responsables de actos que producen dolor en el vínculo amoroso y también de los cambios que conducen a la reparación del sufrimiento.
- Decidir desarrollarse individualmente y como pareja. Si en la relación anterior, uno o ambos anulo al otro, perdiendo el sentido de sí mismo, en este nuevo comienzo, deben darse el espacio para crecer juntos, en lo intelectual, emocional, espiritual y social. Cuando se miren el uno al otro, en lugar de decir, “Soy mejor a costa tuya” o “Por tu culpa me siento anulado/a”, se dirán “Soy mejor persona gracias a tu presencia en mi vida”.

- Restablecer el respeto mutuo, aceptando las diferencias, ya que ambos son distintos, con opiniones y comportamientos propios. También es posible lograr esto, siendo fiables y cumpliendo promesas para fortalecer el respeto el uno hacia el otro.
- Fortalecer la amistad, dedicando tiempo de calidad juntos. Compartir actividades en las que se sientan más unidos y disfruten de su compañía.
- Reconstruir la admiración, al enfocarse en los aspectos positivos, y agradecer las pequeñas y grandes acciones realizadas en pro de la relación.
- Comunicarse abierta y honestamente, hablando de los problemas que erosionan el respeto y la admiración. Expresar los sentimientos y emociones sin sentir culpa ni vergüenza sabiendo que la pareja no va a emitir juicios o críticas. Escuchar con atención, sin interrupciones mientras el otro habla.
- Empatizar al tratar de entender las emociones y perspectivas de la pareja, para generar compasión (no lástima) y acercarse amorosamente para contener el dolor y sufrimiento, así como para compartir las alegrías y logros el uno del otro.
- Buscar ayuda profesional. En la terapia de pareja es posible, identificar el ciclo negativo que impide lograr los aspectos antes señalados y descubrir nuevas formas de enfrentar el conflicto para mejorar la relación y vivir disfrutando plenamente el uno con el otro.