La maternidad: ¿dulce espera?

Ps. Eileen Escribá

Ser mamá implica mucho más de lo que sociedad realmente resalta durante cada etapa de la misma, pero especialmente durante la espera de un hijo y cuando este nace. A simple vista es un bebé que viene en camino y la familia debe prepararse para ese evento. Pero, ¿qué pasa realmente con las mujeres durante la espera? ¿Es tan dulce como se dice?

Es uno de los momentos más hermosos e importantes de la vida.  Hay un antes y un después.  Al principio, lo único que se aprecia es la guatita, sin embargo, nadie más que la misma madre evidencia el cúmulo de los cambios, además de los físicos, también los hormonales y emocionales -estos últimos- los más complejos.  Sentirse enojada, irritable, molesta o triste  varias veces al día, es solo una parte. 

Aparecen también las dificultades en la atención, memoria, así como las alteraciones  del sueño en las que se duerme en exceso, al extremo de no poder estar despierta. El  cerebro, durante la maternidad, se prepara para crear y recibir esta nueva vida, por lo que maravillosamente, reduce su tamaño, para dar lugar a la hormona llamada oxitocina, que entre otras, conectará a la mamá con su bebé y también será protagonista durante la lactancia.

La madre se forma expectativas durante el embarazo y el posterior nacimiento.  Hay  felicidad y emociones indescriptibles.  Aparecen el miedo, la ansiedad y muchas veces la depresión. Cada nuevo trimestre del embarazo, trae consigo emociones diferentes, las que necesitan ser acompañadas y contenidas, por lo que la pareja, así como la familia juegan un rol fundamental.

Cuando nace el bebé, la alegría trae consigo el agotamiento extremo, el sueño irregular, los llantos interminables, la lactancia así como los cambios físicos que se evidencian en la madre y la falta tiempo para una buena ducha o para comer tranquila. 

También están las emociones que traen consigo una y otra vez, el  llanto inexplicable de la madre, así como temores y sentimientos de culpa sobre cómo afrontar la maternidad.  Aun entendiendo todo lo anterior,  decidir ser mamá de un pequeño ser humano pequeñito, indefenso y dependiente, es el proyecto de vida más importante de una mujer y de una familia. 

Habrán noches sin dormir, preocupaciones económicas, miedos y sueños postergados, pero valdrá la alegría, no la pena.  Se disfrutará ver crecer ese hijo o hija, inculcar valores, enseñanzas y sobre todo se aprenderá del amor incondicional, desinteresado y sin cuestionamientos.

Traer un hijo al mundo, es para dejarlo volar en algún momento.  No nos pertenecen, ellos querrán conocer el mundo y vivir la vida, como en algún momento nosotros también lo hemos hecho, pero vale cada minuto de tiempo invertido en ellos, con el solo hecho de oír por primera vez la vocesita diciendo "mamá".

Traer una vida al mundo es el acto más valiente y desinteresado, con sus miedos, sus tristezas y preocupaciones.  Estos a su vez, están acompañados de los prejuicios sociales, de los sentimientos de insuficiencia, cuando los demás, dicen “no eres capaz”,  “no lo lograrás”  o “no lo estás haciendo bien”… Sin embargo, es destacable que algo está cambiando en nuestra sociedad y  es que hoy la maternidad es más atendida, más escuchada, pero aún falta mucho por avanzar en este sentido. 

La mujer, durante el puerperio, necesita un proceso de contención emocional que va más allá de lo que la pareja y/o familia entrega, por lo que el acompañamiento de un profesional de la salud mental puede ser necesaria, para  disfrutar cada etapa del embarazo y de la crianza, con todos los matices que conlleva la espera y los primeros meses del hijo recién nacido.   Cada experiencia es única, necesita ser vista como tal, seguir aprendiendo cada día, reconociendo de los que somos capaces, por ser lo que somos: Mujeres.

Comentarios

  1. Me gusta cuando hablas sobre las “preocupaciones durante el embarazo”. Creo que debemos normalizar eso porque en el fondo lo que se quiere es hacer las cosas bien. Lo bueno es que hoy en día hay más y mejores redes disponibles para que las madres no se sientan solitas. Por ejemplo las comunidades de WhatsApp donde las mamitas pueden contactar con otras para intercambiar experiencias y resolver dudas de manera instantánea.

    1. Tienes toda la razón, es muy importante normalizar las preocupaciones, los estados de ánimo y entender que no todo es perfecto durante el embarazo y el puerperio. Hay muchas exigencias y "mandatos" culturales sobre la maternidad. Se piensa que el embarazo tiene que ser vivido con una constante felicidad. También trae consigo temores tales como: vendrá sanito/a?, sabré criarlo/a?, tendré suficiente amor?. Por otro lado, el cuerpo femenino experimenta transformaciones. Los cambios de humor forman parte de esta etapa y no todos entienden y/o aceptan...

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